Dr. Salvador García Aguirre, con él empezó todo.
Ya os lo presentamos en el artículo en el que hablábamos sobre cómo se formó Hello!, pero teníamos pendiente una entrevista desde hacía tiempo y por fin se alinearon todos los astros para cuadrar nuestras agendas y hablar tranquilamente sobre cómo la infertilidad logró que el mundo de los especialistas se fusionara (de verdad) con el de los pacientes.
Antes de que Hello! existiera lo conocíamos como uno de los profesionales más serios y cautos (luego descubrimos que era timidez) que nos atendía como pacientes tanto en la Seguridad Social (Hospital Migue Servet, Zaragoza) como en el grupo UR Montpellier (Zaragoza), pero fue el primero que escuchó con atención el proyecto del Grupo de Apoyo que se estaba gestando.
La idea no sólo le encantó, también puso a nuestro alcance salas para conferencias de manera gratuita, nos presentó a un montón de contactos interesantes y movió todos sus hilos para que forráramos las paredes de los hospitales con carteles con el logo de nuestro corazón azul, y así de un día para otro tuvimos nuestro primer Hado Padrino. Gracias a él muchos otros especialistas nos escucharon y nos permitió crecer y llegar a más pacientes.
Hoy lo entrevistamos, lee con atención porque es una oportunidad de oro para conocer como uno de los pioneros de la Reproducción Asistida en España, vive el proceso de sus pacientes.
Miércoles 31 de Marzo, 11am. Wssp Marian Cisterna a Salvador García Aguirre.
“Salva, te envío las preguntas de la entrevista... ¿Crees que podrás tenerlas para mañana?”
Respuesta: “Hoy tengo un día un poco complicado, pero lo intentaré”
Miércoles 31 Marzo, 22pm. Wssp Salvador García Aguirre a Marian Cisterna
“Ya tienes la entrevista en tu correo electrónico”
Salvador, ¿Cómo comenzaste en Reproducción Asistida? ¿Por qué esta especialidad?
Comencé desde el mismo inicio de mi actividad profesional como ginecólogo. Cuando era residente de Obstetricia y Ginecología asistí a los primeros pasos de la implantación de la fecundación in vitro en nuestra ciudad, concretamente en el Hospital Miguel Servet, uno de los centros pioneros de esta especialidad en nuestro país. De todos los rotatorios que realicé a lo largo del periodo de aprendizaje del MIR por las distintas parcelas de mi especialidad es lo que más interés captó por mi parte. Era una especialidad nueva, con mucho futuro, como así se ha demostrado con el tiempo y en la que podíamos mantener una interacción profunda con los pacientes. Desde entonces me he dedicado a la práctica de esta disciplina.
Durante estos años supongo que has vivido muchas historias junto a pacientes… ¿Es complicado no vincularse?
Es muy complicado. De hecho comentamos con frecuencia con los compañeros de la Unidad Montpellier que cómo es posible que después de tantos años dedicados a este trabajo y después de tantos pacientes tratados, cómo podemos estar tan vinculados, alegrándonos de las buenas noticias y sufriendo con los pacientes cuando llegan las malas, La respuesta que nos hacemos siempre es la misma: si llega un momento en que nos ocurre que ya no nos implicamos, es mejor que nos dediquemos a otro trabajo.
Has estado muchos años al frente de equipos de RA. ¿Qué le pides a tu personal para que atienda al paciente?
Lo primero es algo relacionado con lo anterior. O sea, si la persona que trabaja en nuestro equipo no es una persona implicada y empática no puede formar parte del mismo. Si ya tiene estas cualidades innatas, debe practicar y perseverar siempre en el mejor trato al paciente. Esta especialidad exige mucha comprensión y mucha empatía con el paciente.
En la clínica Montpellier hay especialistas en psicología que pueden atender a algún paciente que requiera un tratamiento psicológico específico, pero en realidad todo el personal de la Unidad debe ser en cierto modo un psicólogo, bien sean los ginecólogos, las auxiliares y enfermeras y, por supuesto, las embriólogas. En este sentido querría destacar la gran labor que hacen las profesionales de la embriología. Son especialistas que no sólo se dedican al trabajo técnico estricto con los gametos y con los embriones, si no que atienden a las pacientes en todas las dudas e inquietudes que genera este tratamiento, fuente en muchas ocasiones de tanta incertidumbre y ansiedad.
¿Qué consejo le darías a un paciente debutante en RA?
Que siempre mantenga la esperanza. El proceso que va a iniciar puede ser muy sencillo, o sea, terminar felizmente en poco tiempo y necesitar de muy pocos tratamientos o puede, por el contrario, requerir mucho tiempo y muy diversos tratamientos. Pero no debe perder nunca la ilusión ni la esperanza. Tiene que saber que la mayoría de los casos, por difíciles y complejos que sean, tienen una posible solución. Lamentablemente no podemos asegurar que el 100 % de los mismos van a terminar felizmente, pero sí la inmensa mayoría de las veces.
En nuestro centro disponemos de toda la tecnología que se requiere para optimizar al máximo los resultados pero, sobre todo, disponemos de algo que no se puede adquirir en el mercado tecnológico, que es, como he comentado, profesionales con mucha experiencia en esta disciplina médica y, sobre todo, que saben atender al paciente desde el punto de vista psicológico y que intentan que el paciente sienta que está acompañado siempre durante todo el proceso y que puede confiar en el profesional.